Cada vez hay más profesionales del sector salud que se están concienciando de la importancia de aplicar en su negocio estrategias de marketing digital. Pero este es un mundo tan nuevo como cambiante y muchos profesionales entran en él sin conocimientos o medios y cometen graves errores, que les hacen perder tiempo y dinero. Por eso, en este post os hablaré de algunos de los errores de marketing digital sanitario más frecuentes, para que sepáis reconocerlos y evitarlos.
Lo primero que quiero dejar claro, es que no se debe evitar el marketing digital en el sector salud, sino todo lo contrario, como ya comenté en este otro post. Todas esas estrategias se deben llevar a cabo, pero no de cualquier forma, porque en ocasiones producen el efecto contrario del que se busca.
6 frecuentes errores del marketing digital sanitario que puedes evitar fácilmente
Seguramente habrá más, pero estos son algunos de los errores del marketing digital sanitario más frecuentes (y más sencillos de solucionar).
#1 – Centrarte en tu servicio en lugar de en las necesidades de tus pacientes
Uno de los errores más frecuentes de todos los profesionales sanitaros a la hora de implementar estrategias de marketing digital es querer promocionar o vender lo que quieren o les gusta a ellos, no lo que necesitan y demandan sus potenciales pacientes.
Ves sus redes sociales con maravillosas fotos de sus consultas o de sus conocimientos, o sus webs que parecen folletos de venta y no tienen en cuenta de que muy posiblemente eso no sea lo que sus pacientes estén demandando de ellos.
El marketing digital no va de vender tus tratamientos de implantes o una limpieza dental. No, va de crear relaciones a largo plazo, de transmitir una imagen de tu negocio de capacidad y calidad que haga que el paciente acuda por propia voluntad, no cegado por el brillo de los focos.
Por ello, los profesionales sanitarios deben centrarse en empatizar con las necesidades de sus pacientes y en tratar de resolver sus problemas, más que en mostrar su aparataje y su pléyade de títulos.
La clave no está en buscar pacientes, sino en buscar pacientes que vengan por lo que haces y cómo lo haces y luego satisfacer sus necesidades. De este modo, por un lado, se convertirán en clientes a largo plazo y, por otro, serán tus mejores comerciales, a la hora de recomendar tu clínica.
#2 – Falta de estrategia
Otro de los errores de marketing digital sanitario más frecuentes es la falta de planificación y estrategia a la hora de afrontar las distintas medidas.
A menudo, me piden que desarrolle alguna de estas medidas (redes sociales, desarrollo de un blog, creación de un podcast…), sin tener claro qué están haciendo, para qué lo están haciendo, cuánto tiempo van a hacerlo… y cuánto presupuesto van a destinarle a largo plazo.
Esto, no solo trae como resultado un desperdicio de dinero y recursos, sino que da la impresión de una marca chapucera y mal organizada.
¿Quieres hacer una campaña de publicidad en RRSS? ¡Estupendo! Pero no la hagas porque sí o porque te lo diga quien te lleva las redes, hazla porque tienes un objetivo claro con ella, porque tienes muy claro qué quieres conseguir y a quién quieres dirigirla, cuánto quieres gastarte y cómo vas a validar la efectividad de la misma.
#3 – Descuidar las redes sociales
A menudo me encuentro con profesionales sanitarios que tienen perfiles en redes sociales porque «alguien les ha dicho que los tenga»… y así les va.
No hacen ningún caso a estos perfiles y, frecuentemente, contratan una agencia, que desconoce su negocio y publica únicamente montones de información con imágenes bonitas, pero que no transmite nada. Cualquier usuario de Instagram o Youtube que las vea, pasará por ellas, sin hacer ningún caso, porque no transmiten nada.
Esto, además de suponer una pérdida de tiempo y dinero, supone un perjuicio de la imagen de la empresa y una importante desventaja respecto de sus competidores que sí lo están haciendo bien.
Porque lo que hay que entender es que en las redes sociales la cosa no va de hacer las cosas bonitas y perfectas; la cosa va de ser social, de interactuar con otras cuentas, de ofrecer contenido de valor para tus pacientes, de conectar con ellos, de mostrar ante tus seguidores quién eres y por qué deben elegirte a ti en vez de a otros.
Ejemplo práctico
En mi perfil de Instagram, suelo recomendar a menudo profesionales sanitarios que trabajan bien y consistentemente sus redes sociales.
Allí puedes consultarlos (y por supuesto seguirme), pero no me resisto a mostrarte aquí mismo, diversos perfiles recomendados de uno de los sectores de la salud que tradicionalmente peor trabaja las Redes Sociales, las clínicas dentales.
Y es que quizás se podría pensar que por su íntima relación con la imagen, estos profesionales serían unos de los que más partido sacarían de esta red, pero no, a diferencia de otros profesionales, la mayoría de estas clínicas desaprovecha la potencia de esta red para humanizar al profesional y crear una comunidad que le siga y que aprenda y se conciencie de la salud dental
No se suelen ocupar personalmente, encargan la gestión de esta red a agencias… Y se nota. Feeds despersonalizados, sin alma, sin interacción, sin una comunidad viva detrás y que no representan al profesional que hay detrás.
Pero, en cambio, hay algunos profesionales que dentro de que tienen que mostrar los resultados de sus trabajos, saben sacar partido a las posibilidades de esta red social para educar, enseñar, vender y, de paso, trabajar su marca personal. Aquí tenéis varios ejemplos.
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#4 – Ignorar el impacto de las campañas sociales y los influencers
Cada vez hacemos menos caso de los anuncios en medios y de las vallas publicitarias y, sin embargo, cada vez confiamos más en las reseñas de clientes… y es que el boca a boca, sigue siendo la mejor herramienta para captar clientes.
Acudir a un nuevo profesional, siempre genera desconfianza y por ello, acudimos a alguien que le conozca y avale para vencer esos recelos.
En un ámbito reducido, tenemos como fuente de referencia a los familiares y amigos, pero cuando la cosa crece, debemos acudir a desconocidos en quienes confiemos… y esa viene a ser la definición más básica de los influencers.
En Redes Sociales hay muchos perfiles de profesionales sanitarios con un montón de seguidores, que continuamente están ofreciendo consejos y contenidos de valor sobre otros profesionales, sobre tratamientos o productos… y debes apoyarte en ellos.
Y no solo te sirven los influencers de tu mismo sector, también pueden conseguirlo los generales. Imagina este supuesto: un influencer conocido, con una dentadura perfecta, habla de lo estupendo que es cuidar su dentadura en tu clínica y que confía en ti ciegamente. ¿A qué clínica dental crees que van a ir los seguidores que confían ciegamente en esta persona?
Las redes sociales son.. sociales ¿recuerdas? Apóyate en esos influencers para crear contenidos conjuntos, crea con ellos campañas de publicidad en que recomienden tus servicios o tratamientos.
#5 – Información innecesaria y publicaciones largas
En este blog, he hablado frecuentemente sobre la tremenda importancia que tiene para un profesional el disponer de un blog actualizado y útil como herramienta de marketing digital con la que atraer pacientes.
Pero una cosa es que tengas un blog y otra muy distinta, que supone uno de los errores de marketing digital sanitario más fecuentes con que me encuentro, es que lo lleves como hacen muchos profesionales de la salud: llenándolo de post técnicos y farragosos que nadie lee.
Las publicaciones técnicas y largas con un montón de información, no ayudan nada. Vivimos en la era acelerada de las redes sociales, en que las personas no leen grandes párrafos (solo se quedan con lo que les llama la atención) y sobre todo, no leen lo que no entienden (que cada vez es menos).
Por tanto, olvídate de post técnicos sobre lo mucho que sabes de un tema. Escribe sobre lo que tus potenciales pacientes quieren saber, sobre lo que les genera inquietud y hazlo de una forma clara, sencilla y directa. Aquí tienes un excelente ejemplo en un post sobre la toxina botulínica.
#6 – No trabajar el SEO
Cuando hablamos de la importancia de un blog para una web profesional, hay dos aspectos a resaltar.
- Por un lado, el aspecto de crear y transmitir conocimientos a personas, para que te conozcan, confíen en ti y acudan a tu consulta.
- Por otro lado, el aspecto de escribir para los robots de búsqueda de Google, para que te indexen en los primeros lugares cuando alguien haga una búsqueda (y esto, amigos y amigas, es el SEO).
No basta, por tanto, con que solo apliques el punto anterior de no escribir post largos y técnicos, con información innecesaria.
No, además, tienes que escribir post, no sobre lo que a ti te guste, sino sobre lo que gusta e interesa a las personas a quienes quieres llegar, porque al fin y al cabo, son las que buscan la información en Google.
Eso quiere decir, que debes elegir las palabras clave adecuadas en las que quieres posicionar y, después, comenzar a escribir tu artículo, respondiendo las preguntas que tus potenciales pacientes podrían hacerse sobre ese tema.
¿Todo esto te parece demasiado?
No te preocupes, por eso existen profesionales expertos en marketing de atención médica como yo.
Trabajaré contigo para comprender las necesidades y los servicios de tu consulta para que, más adelante, no tengas que desperdiciar tu valioso tiempo en blogs, webs, relaciones públicas, marketing… y puedas concentrarte en lo que realmente eres bueno: tu práctica médica y las necesidades de tus pacientes.
¿Hablamos?